Autor: Andrés Rangel Garrido
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Suicidio, para concientizar sobre la importancia de prevenir y atender a tiempo los problemas de salud mental que podrían llevar a una persona a quitarse la vida, ya sea por depresión, estrés, ansiedad, etcétera. Por eso, en Hijos de la Patineta te dejamos la historia de dos patinadores que se suicidaron tras cargar con problemas emocionales, afuera del skateboarding.
Suicidio del skater Justin Pierce: actor de cine y rider de Zoo York
¿Sabían que el amigo de Francis y Richie en Malcolm el de en medio se quitó la vida después de grabar la serie? Era 1995 cuando Justin Pierce alcanzó la fama mundial tras protagonizar a Casper en Kids.
Con tan solo 20 años, el británico tenía una carrera prometedora. No solo como skater pro tras su participación en la videoparte Mixtape de Zoo York en 1998, sino también como actor en Estados Unidos, pues incluso participó en la primera temporada de Malcolm el de en medio.
Sin embargo, detrás de aquella sonrisa rebelde y su talento sobre la patineta, Justin Pierce escondía un dolor muy profundo, un dolor que todos notaban pero que nadie sabía cómo tratarlo.
Algunos de sus amigos dicen que sufrió una infidelidad amorosa, en la que el famoso patinador Guy Mariano tuvo relaciones sexuales con su novia. Sin embargo, esta versión no ha sido confirmado por respeto a su memoria.
Después de varios años de sufrimiento, en 2010, Justin decidió quitarse la vida en un hotel de Las Vegas, Nevada, dejando en shock tanto al mundo del cine y la televisión, como del skate.
Jeff Phillips: Pionero y leyenda en los 80's
El suicidio de Justin Pierce no fue el primero en el skateboarding. Siete años antes, el joven Jeff Phillips, pionero del skate e ídolo en los 80’s, famoso por derrotar a Tony Hawk y aparecer en la portada de Thrasher en 1987, también fue encontrado sin vida en su cama, con tan solo 30 años de edad.
Su familia lo esperó toda la noche para la cena la navidad de 1993, pero nunca llegó. Una vecina lo encontró horas después, dio aviso a su familia y a las autoridades.
Y aunque el skate puede llegar a ser una salida a la depresión e incluso una terapia al estrés, las historias como las de Justin y Jeff nos demuestran que ocasiones hay caídas muy fuertes donde ya no podemos levantarnos solos, y es entonces que necesitamos ayuda psicológica profesional.
Es por eso que si te sientes solo, intenta expresarlo con alguien más. La skatelife no solo es Thrasher, destrucción y adicciones; también es amistad, cariño por los amigos, saber escuchar y sobre todo acompañar.